miércoles, 22 de julio de 2009

BOLOS, PEZONES Y OTRAS SINRAZONES

Post por encargo

Temática: Sexo underground

Estilo: Charles Bukowski

Género: Realismo sucio

Otras versiones:

http://palabrassordasaoidosnecios.blogspot.com/.

(Próximamente) http://mascachinas.blogspot.com/

Estábamos allí, en la bolera, jugando una partida, bebiendo y comiendo pizzas. Me gustan los bolos, imaginas que son personas y lanzas con fuerza, ves como saltan por los aires y caen medio muertos. Alguno queda en pie. Mierda, siempre queda alguno en pie. En los bolos te concentras, bolos-hombre, hombre-bolos, y nada más, el resto todo en blanco, pura concentración.

En esas andábamos cuando apareció una pareja con un niño y dos chicas. Desconozco detalles de filiación. La pareja era española, creo. Los niños americanos, creo. Un rollo de intercambio, porquería de ese estilo. El caso es que la partida se fue al carajo, porque una de las chicas tenía unas tetas de escándalo. Debía andar por los dieciséis, era mulata y tenía el pelo como si le hubiese dado una descarga eléctrica. Llevaba pantalón corto, marcando un culo que pedía una buena montada a gritos. Yo seguía a lo mío, por la puta competitividad, pero alguno perdió la cabeza con las tetas. Se sentaron en la pista continua a la nuestra. De pronto observé que el Fontaneda rompió a sudar. Tenía la cara desencajada, los ojos inyectados de sangre y las pupilas dilatadas.

-¡¡¡JODER, ERES UN PUTO LICÁNTROPO!!!. Se estaba transformando y yo estaba a su lado, jugando a los bolos con mi mujer y mis amigos. Ellos no se daban cuenta, solo miraban las tetas de Yaki. Se llamaba Yaki, la jodida. La osita Yaki y los putos Lucas a mi lado.

Apretó con fuerza los labios. Se abalanzó sobre mí, rodeándome el cuello con sus brazos.

-¡Joder, Fontaneda!. ¿Qué carajo te pasa?

Me susurró unas palabras al oído. Susurraba, pero su voz sonaba quebrada, como si estuviese dentro de una tinaja arrojada en el infierno

-¡¡¡¡El pezón!!!!. ¡¡¡¡¡El pezón!!!!. ¡¡¡Se le marca un pezón!!!.

Miré a Yaki. Vi tetas, pero no pezones.

-¿Qué pezón, Fontneda?

-¡¡A LA MADRE SE LE MARCA UN PEZÓN!!

Miré a la madre. Allí estaba marcado su pezón de madre, parecía bien duro. La madre era de mediana edad, más bien fea, desaliñada. Debía habérsele salido media teta del sujetador, y el pezón pujaba con fuerza por salir de la camiseta. El pezón, enhiesto y picudo, pareció por momentos la única cosa viva en el Universo.

-¿Qué pasa?- comentaron los otros.

-El pezón de la madre, que se le está saliendo del pellejo de la teta

Fontaneda no volvió a tirar un solo bolo más. Gané la partida, tiré por los suelos ciento cincuenta y tres putos bolos, pero el pezón de esa tía me comió la gloria.

2 comentarios:

Patapalo dijo...

...así fue, bueno, menos lo de los 150 puntos, de eso no me acuerdo.

Malacara dijo...

estarias concentrado tu tb en el pezon